Frutas de verano: ¿las has probado todas?

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Las vacaciones y el verano son una época en que solemos comer más y peor, porque vamos a restaurantes, nos damos algún que otro capricho, etc.

Pero hay un alimento que debemos no descuidar, por sus grandes propiedades nutricionales, porque se puede comer de mil formas y porque es refrescante: ¡la FRUTA!

Queremos recordarte cuales son las frutas de temporada de vacaciones, como tomarlas con este calor sin tener sustos y qué beneficios aportan a nuestra salud.

Lo primero y más importante es que la fruta sea de proximidad, fresca y de temporada ya que será la mejor opción para nosotros, por su precio y sabor y también para el planeta. 

Las principales frutas de la temporada son seguro, muy conocidas por todos, pero quizás encuentras alguna nueva en la lista y te aventuras a introducirla este verano: albaricoque, cereza, ciruela, mango, higo, melocotón, melón, membrillo, nectarina, paraguayo, pera, plátano, sandía, uva y frutos del bosque.

Para llevarlas arriba y abajo, es importante tener en cuenta que es mejor SIEMPRE llevar la fruta entera. La fruta cortada y el calor son malos compañeros y hay riesgo de crecimiento microbiano. Por eso, si te llevas la típica sandía cortada a la playa, debe estar continuamente en refrigeración en una neverita. 

A nivel nutricional, las frutas son un alimento muy completo, puesto que, aunque tienen cierto azúcar, este no genera picos de glucosa o ansiedad, propios del azúcar libre. Eso sí, siempre que la comamos entera, ya que en forma de zumo se libera el azúcar y no será una buena alternativa.  

Es mejor comer la fruta con piel, bien lavada, así tendremos un mayor aporte de fibra, en las frutas que lo permitan (quizás la piel de sandía no entraría en este consejo). Esta fibra será un buen prebiótico intestinal, contribuirá a disminuir el colesterol, es un laxante y nos dará sensación de saciedad durante más tiempo además de regular la absorción de azúcar.

Las frutas también son ricas en fitoquímicos como los carotenoides y fenoles, que incluye des de ácidos fenólicos y flavonoides hasta taninos y lignanos, que tienen una potentísima capacidad antioxidante. El consumo de estos compuestos está asociado a una disminución de enfermedades crónicas y una mejor salud global. 

Las frutas también son ricas en vitaminas, como la A y C, potentes antioxidantes que compensarán la oxidación producida por la mayor exposición al sol, y esenciales para nuestra salud, el ácido fólico y otras vitaminas del grupo B, pero también en minerales como zinc, magnesio y fósforo. 

Será importante, además de divertido, combinar frutas de diferentes colores. Las que tengan una coloración roja serán ricas en licopeno, las azules ricas en antocianidinas y las más amarillo-anaranjado tendrán un alto contenido en carotenos. 

Y si no te decides, apuesta por la macedonia.

¡Feliz verano!






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